Cuidado del Alzheimer: 9 señales que le indican que usted tiene “Fatiga de la compasión”

 

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Le podemos asegurar que si tiene en casa la responsabilidad de cuidar a su padre o madre con Alzheimer o cualquier otro deterioro neurocognitivo, usted sufre de los siguientes síntomas: 

 

  • Miedo
  • Culpa
  • Ansiedad
  • Estrés
  • Desesperanza
  • Desinterés
  • Agotamiento 
  • Falta de energía
  • Insomnio
  • Dolor muscular 
  • Problemas gastrointestinales

 

¿Estamos en lo correcto? Además, seguramente más allá de las afecciones físicas y mentales, su vida ha tenido un completo cambio y ha tenido alteraciones en su vida social, familiar y laboral. Y, como extra, su tiempo se ha reducido en capacidad para dar apoyo a las personas que lo requieren y de ayudar a calmar su sufrimiento. 

 

Todos estos síntomas y cambios tanto físicos como psicológicos en su vida y esta “egoísta” sensación de extrañar sus actividades y su vida personal no son una simple casualidad; incluso tiene un nombre: fatiga de la compasión

 

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¿Qué es la Fatiga de la compasión? 

 

La fatiga de la compasión o Burnout se refiere a la pérdida de la capacidad de cuidar a las personas, caracterizada por la apatía y el cinismo. Se ha descrito como “el costo de cuidar” a otros con dolor emocional que lleva a una acumulación de estrés que muchas veces es difícil de controlar. 

 

Este término se ha apropiado directamente a las enfermeras o los profesionales de la salud que están mayormente expuestos a eventos traumáticos o por exposición secundaria como escuchar a las personas hablar sobre el trauma que han experimentado. 

 

Sin embargo, en el cuidado del Alzheimer, esta fatiga no puede solo acuñarse a los profesionales de la salud, sino también a los mismos familiares responsables de cuidar a su padre o madre con Alzheimer en sus hogares. 

 

La fatiga de la compasión debe ser tratada correctamente en los enfermeros o cuidadores, por lo que usted también debe y merece recibir ayuda. Si no sabe si sufre o no de este padecimiento, lo invitamos a seguir leyendo. 

 

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¿Cómo saber si tiene Fatiga de la compasión? 

 

Los cuidadores están sobrecargados por las actividades que deben realizar al cuidar a un adulto mayor con Alzheimer y las primeras señales de la fatiga de la compasión pueden ser las siguientes: 

 

  1. Experimentar mayor ansiedad
  2. Expresar comportamientos poco característicos (como arrebatos)
  3. Sentir un nivel más bajo de paciencia
  4. Sentirse cínico 
  5. Sentirse desesperanzado 
  6. Sentirse cada vez más intolerante
  7. Sentimientos de estar extremadamente agotado o abrumado emocionalmente
  8. Tener un impedimento en la toma de decisiones
  9. No tener ganas de estar cerca de un ser querido

 

Estos síntomas traen como consecuencias resultados negativos no solo en la salud del cuidador, sino también en la atención y cuidado que les brindan a las personas con deterioro neurocognitivo. 

 

Es importante comprender a la fatiga de la compasión como una profunda empatía por una persona que sufre, junto con un fuerte deseo de paliar dicho sufrimiento. En el cuidado del Alzheimer, los pensamientos como: “¿Estoy haciendo lo suficiente?”, “Ojalá pudiera transmitirme un poco de dolor a mi mismo” o sentimientos como decepción o enojo consigo mismo son muy comunes. 

 

Estos estados de ánimo son clara señal de cansancio y agotamiento, en donde aparecen alteraciones biológicas, sociales y psicológicas debido a la exposición prolongada al estrés por compasión. El desgaste espiritual también se ha atribuido a este tipo de Burnout

 

¿Cuáles son las consecuencias de la Fatiga de la compasión? 

 

La fatiga por compasión es un proceso y a la vez es el resultado final de una cascada de eventos que pueden provocar depresión en el cuidador, mayor carga, tensión y disminución de la calidad en la relación con el adulto mayor con Alzheimer (si ha notado que usted tiene menos paciencia con su familiar, no es un caso aislado). 

 

Las consecuencias de la fatiga por compasión también pueden conducir a la terminación de la relación de cuidado dándole la responsabilidad a otra persona, por ejemplo, otro familiar. Sin embargo, estos cambios no son sanos para un paciente con Alzheimer, pues la rutina y la estabilidad son puntos clave para su bienestar. 

 

Si los síntomas de la fatiga de la compasión no son detectados y atendidos a tiempo, puede haber riesgo de terminación de la relación de cuidado, abuso o negligencia (estas últimas al hacer una mala búsqueda de un lugar especializado para su padre o madre).

 

En casos muy extremos y desalentadores, la fatiga por compasión suele llevarse a punto máximo de tensión en donde el cuidador (en este caso los hijos, nietos o sobrinos) pierden por completo la capacidad de tener empatía por sus seres queridos a cargo, lo que lleva a acciones lamentables como golpes físicos o descuidos a al adulto mayor enfermo

 

¿Cómo tratar los síntomas de la Fatiga de la compasión? 

 

Se han desarrollado algunos programas para el tratamiento de la fatiga por compasión, sobre todo en profesionales del ámbito médico y la mayoría se han basado en la resiliencia. Otros se han enfocado en el manejo del estrés y el aumento de la autoconciencia y el autocuidado. 

 

Estos sentimientos suelen ser un tabú en las familias mexicanas, pues son simplificados y atribuidos a la frustración y/o al resentimiento hacia la persona enferma, pero es importante comprender que la fatiga por compasión no ocurre de la noche a la mañana. 

 

Este es el resultado de días, semanas, meses y años de gestión de responsabilidades de cuidado del Alzheimer que a menudo no se reconocen, parecen interminables, emocionalmente exigentes y físicamente agotadoras. 

 

Sin embargo, el miedo a ser juzgados detiene a los familiares de buscar alternativas de cuidado del Alzheimer. Lamentablemente, cuando deciden pedir ayuda, la enfermedad es muy avanzada como para poder realizar actividades que logren enlentecer los signos del deterioro neurocognitivo, la relación está completamente deteriorada y el cuidador ha perdido el valor de sí mismo. 

 

Es importante que tanto los miembros de la comunidad y la familia eviten cualquier tipo de juicio hacia los cuidadores que experimentan esta condición, ya que se considera el punto de ruptura de una persona por tolerar lo intolerable por demasiado tiempo

 

Puede ayudarle nuestro siguiente blog: ¿Cómo platicar con la familia sobre llevar a su padre o madre a una casa de retiro?

 

Sea sincero consigo mismo y responda lo siguiente: 

 

  • ¿Cree que los cuidados que le brinda en casa a su padre o madre con Alzheimer no son suficientes? 
  • ¿Se siente cada vez más defraudado de usted mismo porque su padre o madre solo empeora en sus síntomas? 
  • ¿No puede evitar sentirse triste y desesperado por recuperar la vida que llevaba antes de la enfermedad? 
  • ¿Se tacha a sí mismo de egoísta por pensar llevar a su padre o madre a un lugar especializado? 

 

Si las respuestas son afirmativas, usted no está solo y no tiene por qué combatir con el cuidado de la enfermedad del Alzheimer con sus manos. Si quiere recuperar su vida, pero a la vez desea que su padre o madre reciba el mejor cuidado para su Alzheimer: es tiempo de tomar una decisión de amor

 

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Recuerde que su ser querido con Alzheimer no puede darse el lujo de tener descuidos ni físicos ni emocionales y una casa de retiro especializada en los problemas de memoria es la mejor opción para ambos. 

 

En Belmont Village nos caracterizamos por brindar amor de casa, cuidado de expertos. Esto significa que contamos con todo lo necesario para que su familiar con Alzheimer tenga calidad de vida: 

 

  • Programas especializados desarrollados en Estados Unidos para cada etapa del Alzheimer. 
  • Instalaciones restringidas y diseñadas tanto para asegurar la seguridad como estimular su mente y su vida social. 
  • Personal capacitado en el cuidado del Alzheimer y una conexión exclusiva con el Centro Médico ABC en Santa Fe. 
  • Actividades terapéuticas que permiten un mejor desarrollo de las habilidades de los residentes con Alzheimer. 
  • Atención médica las 24 horas del día los 365 días del año y doctores especialistas en turnos matutinos y nocturnos. 

 

Además de esto, usted puede quitarse por completo el pensamiento de que “está abandonando a su ser querido”, pues nuestra residencia no tiene restricciones de visita para los familiares y usted puede acompañar a su padre o madres todo el tiempo que desee. 

 

Si las responsabilidades que demanda el cuidado del Alzheimer de su familiar lo están sobrepasando, hay una solución exclusiva que responde a las necesidades y estilo de vida de su ser querido: Belmont Village. 

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