Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la población mundial está envejeciendo rápidamente, “entre 2015 y 2050 la proporción de la población mundial mayor de 60 años se multiplicará casi por dos, pasando del 12% al 22%. El aumento previsto es de 900 millones a 2 000 millones de personas mayores de 60 años”.
Desafortunadamente, las nuevas modalidades de familia y el no tener una cultura del buen envejecimiento, impactan severamente los cuidados del adulto mayor.
Existen algunas alternativas que ofrecen cuidado, atención y estimulación para este sector en la sociedad, sin embargo, el desconocimiento y malas prácticas del pasado, han logrado que la sociedad en general descalifique estas alternativas. Es evidente la ideología impregnada en la sociedad sobre los asilos y mal manejo que le dan al cuidado de los usuarios, lo que deriva en la desaprobación y negatividad anticipada.
Afortunadamente, en la última década, las casas de retiro para adultos mayores han mostrado con hechos que existen nuevas formas para otorgar plenitud y felicidad a las personas mayores, en esta bella etapa de la vida.
Hoy queremos exponerle 5 diferencias contundentes entre un asilo y una residencia para personas mayores. Con esta información, usted podrá determinar cuál de las dos cubre las necesidades de su familiar mayor y descubrir por qué un asilo no es igual que una residencia para personas mayores ¡Comenzamos!
1.- En un asilo, las personas mayores sólo pueden recibir a sus familiares determinados días a la semana, en un horario restringido. En una casa de retiro, los familiares de los residentes pueden visitarlos los siete días de la semana a cualquier horario, incluso, pueden compartir las actividades y terapias con ellos.
2.- En un asilo existe una dieta previamente establecida, que es genérica para todos los pacientes. En una casa de retiro, normalmente existen un chef que diseña diversos platillos con las porciones nutricionales ideales para el desayuno, comida y cena; así los residentes tienen variedad gastronómica diariamente.
3.- El personal de un asilo se limita a darle a los pacientes los medicamentos que requieren, conforme su receta médica. En una casa de retiro existe personal especializado para ayudar y preservar la seguridad de los residentes, apoyándolos en tareas cotidianas, la toma de medicamentos, actividades de integración y esparcimiento, todo con un enfoque que encamine la independencia y dignificación de la persona mayor.
4.- En un asilo no existen programas especializados que estimulen las capacidades cognitivas, físicas y emocionales de los pacientes. En una casa de retiro existen diversos programas con actividades terapéuticas que ayudan a enlentecer el progreso de las enfermedades de los residentes, por ejemplo, el daño cognitivo que les produce el Alzheimer.
5.- Un asilo trabaja con personal que sigue una postura disciplinada para que las personas mayores convivan en regímenes que los mantengan estables. En una casa de retiro sólo trabaja personal comprometido al 100% con el bienestar de las personas mayores, mismas que los apoyan y motivan a comenzar el día con la mejor actitud, a crear un tejido de unión y a sacarle provecho a las actividades programadas de día. Incluso, el personal se capacita periódicamente para asegurarse de que cumplan con los más altos estándares de calidad en el cuidado de los residentes.
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Ofrezca calidad de vida a su familiar mayor y descubra por usted mismo el por qué hacemos honor a nuestra más importante premisa: “Amor de casa, cuidado de expertos”.
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