En temas de cuidado del Alzheimer un reporte presentado por Alliance for Caregiving y AARP, Caregiving in the U.S destaca que 1 de cada 5 personas actúan como cuidador no remunerado de un amigo o pariente mayor con demencia.
Esto ha abierto un fuerte debate sobre las consecuencias emocionales y físicas al ser cuidador de un adulto mayor con alguna demencia. Por ello, esta publicación tiene como objetivo mostrar dichos efectos negativos y la manera más viable de recuperar su bienestar.
Si usted como hijo, hija o pariente de un adulto mayor con demencia ha tomado la responsabilidad y el compromiso de cuidar de él o ella, debe saber que usted no está solo y sí tiene alternativas para brindar el cuidado que su ser querido se merece.
La realidad de los cuidadores de un adulto mayor con demencia
Como hijos o familiares que reciben el diagnóstico de que un familiar tiene demencia, es normal sentir temor y confusión. Y si bien puede haber muchas personas que creen contar con un plan perfecto para el cuidado del Alzheimer, es importante comprender que las enfermedades cognitivas son inciertas y pueden conllevar muchos más cuidados de los que se tienen considerados.
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Los cuidadores comienzan a hacerse a la idea de que el declive de su familiar debido a su problema de memoria aumentará significativamente los deberes de cuidado, pero dejan de lado algo igual de importante: su propia salud y bienestar.
¿Cuáles son los efectos en la salud mental y física de las funciones de un cuidador?
La misma encuesta realizada por AARP y Alliance for Caregiving confirman que el 23% de las personas que cuidan a un familiar con demencia ha empeorado su propia salud. Esto puede conllevar a enfermedades crónicas y al aumento de padecimientos como ansiedad o depresión.
En estadísticas médicas, el 53% de los cuidadores han sido diagnosticados con dos o más afecciones crónicas, como enfermedades cardíacas, renales o diabetes. Esto, además de afectar directamente con la salud del cuidador, también reduce considerablemente su esperanza de vida. No obstante, de forma específica para el cuidado del Alzheimer, la atención al familiar se ve afectada también.
¿Qué suelen experimentar los cuidadores de un adulto mayor con demencia?
El cuidar a un padre o una madre con algún tipo de demencia es cansado, pero también otros cuidadores han mencionado experiencias y padecimientos similares, entre los que destacan los siguientes:
- Estrés
- Depresión
- Problemas emocionales
No obstante, el estudio “Population Characteristics and Needs of Informal Caregivers Associated With Risk of Perceiving a High Burden: A Cross-Sectional Study”, realizado por la Universidad de Maastricht, confirma que estos padecimientos y emociones son experimentadas 14 días o más cada mes.
Y si bien la salud del cuidador es igual de importante que la del adulto mayor con demencia, es importante mencionar que este deterioro físico y mental, afecta directamente a la capacidad para brindar atención.
¿Esto qué significa? Si un cuidador de un adulto mayor con Alzheimer no se encuentra bien física y mentalmente, no es capaz de brindar el cuidado necesario a su familiar.
¿Qué detiene a los cuidadores de pedir apoyo especializado?
La sociedad mexicana tiene muy arraigada la idea de que los padres al envejecer deben ser cuidados por sus hijos y si enferman deben tomar toda la responsabilidad bajo sus hombros, como papá y mamá hicieron cuando ellos eran pequeños. Sin embargo, en el cuidado del Alzheimer, es vital considerar otras opciones más especializadas.
El temor o la pena de pedir ayuda limita y exige a la vez un estado físico y mental que los cuidadores simplemente no podrán cumplir al 100%. Lamentablemente, dicha exigencia de cuidado a los padres se asocia a la culpa:
- 82% de los cuidadores no saben o pueden decir “no” a la responsabilidad.
- 54% de los cuidadores se siente culpable por querer tomarse un descanso o de desear tiempo para sí mismos.
- 29% de los cuidadores dedican 40 horas a la semana o más en el cuidado de su familiar con demencia (lo que genera falta de sueño y bajo desempeño).
- 44% de los cuidadores no cree que su ser querido pueda encontrar una persona correcta para brindarle atención.
Sin embargo, tomar la decisión de que su padre o madre con Alzheimer u otra demencia sea atendido en un lugar especializado, no es egoísmo ni descuido, es un acto de amor.
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Comprendemos que posiblemente usted le hizo una promesa a su padre o madre de cuidarlo por siempre, pero esto no significa que ese compromiso deba llevarlo cargando sobre su espalda. Para ello existen lugares con experiencia y personal capacitado para brindar una mejor y correcta atención.
¿Se ha preguntado alguna vez quién cuida de usted? Es tiempo de considerar su propia salud y bienestar. El que su padre o madre viva en una casa de retiro especializada no lo hace un mal hijo o hija, al contrario.
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