Fragilidad y demencia: ¿por qué un adulto mayor con Alzheimer debe ser cuidado por expertos?

Fragilidad y cuidado del Alzheimer

 

Fragilidad y cuidado del Alzheimer

La fragilidad del adulto mayor puede manifestarse de diferentes maneras, por ejemplo: caminar lentamente, depender del bastón o la andadera, tener discapacidad auditiva y/o visual, así como debilidad general. Pero, en el cuidado del Alzheimer, ¿qué sucede con una persona con algún tipo de demencia?

 

Para tratar y entender la fragilidad de los adultos mayores con Alzheimer es importante evaluar más allá de solo el cerebro.

 

Los historiadores han mostrado que Hipócrates enseñó a sus discípulos a que si tenían que elegir entre aprender sobre la enfermedad que tenía un paciente o sobre el paciente que tenía la enfermedad, debían elegir lo último.

 

Lo mismo sucede actualmente en el cuidado del Alzheimer, en donde, es vital contar con una historia de vida del paciente para medir la fragilidad del adulto mayor y saber cómo ayudarlo.

 

¿Puede la fragilidad ser un detonador que desarrolle demencia en un adulto mayor?

 

Algunas investigaciones revelan que hay una serie de factores de fragilidad que no se asocian con el deterioro cognitivo, pero que sí pueden tener un impacto en el desarrollo de la demencia. Ante ello, se tiene una valiosa lección: el riesgo de desarrollar un deterioro cognitivo leve y su pronóstico, incluida la tasa y el riesgo de progresión a la demencia no dependen únicamente del cerebro, sino de la persona en su totalidad.

 

Cuando un adulto mayor tiene deterioro cognitivo leve se caracteriza principalmente por déficits de memoria, pero se considera que el riesgo de progresión a demencia es particularmente alto y la patología subyacente suele ser el Alzheimer.

 

Por ello, evaluar el riesgo de demencia y el nivel de fragilidad debe ser analizado y tratado de forma individual en cada paciente; tomando en cuenta más allá de los signos de la enfermedad o incluso el cerebro, y considerar otros aspectos de la salud y estilo de vida de la persona.

 

La importancia de la historia personal del paciente en el cuidado del Alzheimer

 

En diversas investigaciones se ha revelado la necesidad de considerar la historia personal, estilo de vida, comorbilidades y circunstancias de un paciente para evaluar su riesgo de desarrollar demencia y los esfuerzos para prevenirla.

 

Entonces, ¿además de las dificultades cognitivas que otros aspectos deben evaluarse?

 

  • Visión y oído
  • Nutrición
  • Fuerza muscular
  • Función motora
  • Balance
  • Función cardiovascular
  • Apnea obstructiva del sueño
  • Funciones metabólicas

 

Contar con un panorama completo de todo lo que representa un adulto mayor tanto de forma interna como externa en materia de fragilidad, puede ofrecer un pronóstico más detallado y, a partir de esto, lograr brindar una atención eficaz que optimice su calidad de vida y retrase la progresión del deterioro cognitivo.

 

¿Por qué un adulto mayor con fragilidad y signos de pérdida de memoria debe ser cuidado en un lugar especializado?

 

Más allá de solo confirmar que la fragilidad podría estar causando estragos en la mente del adulto mayor, es importante comenzar a considerar las acciones más óptimas a las que se puede recurrir para el cuidado del Alzheimer y así brindar una atención oportuna y adecuada.

 

Como lo ha podido comprobar, un diagnóstico completo y a tiempo puede permitir incluso que su familiar mayor con signos de deterioro cognitivo leve reciba un cuidado especializado que le ayude a enlentecer la progresión de la enfermedad.

 

Un lugar especializado como lo puede ser una casa de retiro para adultos mayores con programas para el cuidado de la memoria tiene por objetivo:

 

  • Promover la salud del cerebro y el bienestar cognitivo.
  • Ayudar a las personas a sobrellevar el estrés de la enfermedad y minimizar la discapacidad.
  • Mejorar las capacidades de diagnóstico y desarrollar intervenciones que ayuden a los pacientes a mantener sus funciones para alcanzar una salud óptima y una mejor calidad de vida.

 

Pero para que un adulto mayor con deterioro cognitivo leve logre prolongar su salud tanto física como mental requiere de una detección temprana de signos de fragilidad e intervenciones y apoyos apropiados para revertirla.

 

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Es muy importante comprender que la fragilidad no es una consecuencia obligada del envejecimiento y con tratamientos adecuados puede prevenirse e incluso puede reducir el riesgo de demencia; y, en caso de que la demencia ya esté diagnosticada, esta pueda tener un avance mucho más lento.

 

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Si considera que su familiar mayor podría presentar signos de pérdida cognitiva y/o fragilidad, lo invitamos a que tome cartas en el asunto inmediatamente. El diagnóstico oportuno puede determinar la calidad de vida que su ser querido tendrá a un corto, mediano y largo plazo.

 

Si quiere conocer qué alternativas para el cuidado del Alzheimer puede brindarle, lo invitamos a conocer Belmont Village. Somos una casa de retiro para adultos mayores que ofrece programas para el cuidado de la memoria, exclusivos en México.

 

Atendemos cada una de las etapas de la demencia y ofrecemos actividades y terapias para ejercitar la reserva cognitiva y de esta manera su familiar mayor pueda prolongar sus recuerdos.

 

Si desea conocer a detalles nuestros programas para el cuidado del Alzheimer, lo invitamos a dar clic en este enlace para concretar una cita con nosotros.

 

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